Un consultorio debe ser más que funcional; debe ser un espacio que refleje cuidado y profesionalismo. Un buen diseño puede mejorar la experiencia del paciente, haciéndolo sentir valorado y seguro.
El paciente asiste a un centro de salud, porque requiere atenderla, por tanto, el espacio se diseña pensando en cómo generar una experiencia de bienestar de las personas mientras en algunos casos están viviendo desafíos con su salud.
Desde la distribución del espacio hasta los detalles en decoración, cada aspecto debe estar orientado a crear un entorno acogedor que facilite la interacción positiva entre pacientes y profesionales de la salud.
Se pueden implementar cosas tan sencillas como, estaciones de bebidas saludables como té o agua con infusión de frutas en la sala de espera para mejorar la experiencia del paciente y demostrar atención a su bienestar.










